La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha revisado al alza su previsión de crecimiento mundial para 2024, situándola en un 3.2%.
Este aumento refleja una fase de estabilidad impulsada por la reducción de la presión inflacionaria, lo que permite a los bancos centrales flexibilizar sus políticas monetarias de forma cautelosa.
Países del G20 como Estados Unidos, Brasil e India están mostrando un crecimiento sólido, aunque Alemania y Argentina enfrentan contracciones. A pesar de estos avances, la OCDE advierte sobre riesgos significativos, como las tensiones geopolíticas, la debilidad en los mercados laborales y posibles repuntes inflacionarios.
En este contexto, la OCDE también subraya la necesidad de políticas fiscales más sostenibles, recomendando el incremento de impuestos sobre el patrimonio y medidas medioambientales para mejorar las perspectivas de deuda en los países desarrollados.